Pos sí, ya sé que ya pasó navidad, y me da gusto que haya sobrevivido y, es que, esta navidad casi me muero. No, no me intenté suicidar, tampoco me atacó un reno, ni me comí un pavo envenenado; la verdad es que ni estuve tan cerca de morirme, pero son de esas llamadas del destino en que te dice "¡ah, verdad!".Todo comenzó una mañana de navidad (la de éste año por supuesto) cuando me levanté como al mediodía; opté porque sería un buen día para limpiar mi cuarto. Empecé a limpiar y también se me ocurrió que sería bueno darle una pintadita (empecé desde el día 24, pero soy lento y nunca acababa).Como a la hora de la comida, ya cansado y fatigado, fui por comida; compré pollo, no para mí sino para mi perrita, aunque por azares del destino terminamos compartiendo el pollo; me pusé a asar la pechuga, comí rico y levanté la mesa, los trastes y limpié la cocina. Noté que sobró un pequeño pedacito crudo de pechuga, y pos como no hay que desperdiciar comida pues lo puse en el comalito a que se asara. Mientras esperaba, subí a mi cuarto y revisé si la pintura ya estaba seca y acomodé cosas y me acosté unos minutos... lo que se me olvidó fue el pedazo de carne que seguía asándose en la cocina, me acordé ya cuando el olor a carne quemada se hizo más fuerte.Corrí y ya nomas' alcancé a ver un pedazo achicharrado de carne. Nada grave pasó pues era un dedito de carne y solo se chamuscó en el comal, pero creo que fue la primera llamada de advertencia del destino.Cuando pasó lo mero mero, fue más al rato cuando continuaba limpiando mi cuarto. Tenía ganas de reacomodar muebles, por lo que había que desconectar cosas moverlas, jalar los muebles y ectcétera, y precisamente el accidente pasó mientras reacomodaba una extensión eléctrica.Desconecté lo que se unía a esa extensión y por cierta precaución decidí no tomarla directamente de la caja donde están los conectores sino que la levanté por el cable. Entonces... zas... así como por arte de magia la cajita de los conectores se abrió y se cayó, dejando las placas de cobre sin ninguna protección. Y ya ven como es esto de la electricidad, pos se empezaron a juntar las dos plaquitas que yo tenía colgando del cable y empezaron a echar chispas de lo lindo.Mi primer reflejo fue soltar el cable, pero el piso estaba ligeramente mojado, así que me pensé que no era la mejor idea; de repente si movía el cable se juntaban o se separaban la placas, y nomas' veía como el voltaje de las luces de mi habitación variaba; sabía que tenía que separar las placas pero no tenía nada a la mano, mientras tanto el pánico se apoderaba de mí pues la cosa esta seguía echando chispas, además humo pues el cable ya se chamuscaba y se calentaba. Antes de que se me ocurriera otra grandiosa idea se volvieron a juntar las placas de cobre, echaron chispas y ... zas, se fue la luz.Respiré. Ya a oscuras solté el cable, fui a revisar los circuitos y aunque aparentemente ya no había corriente pues los bajé. Busqué una lámpara de mano y fui a revisar mi humeante cuarto, humeante porque el cable se derritió y pues se quema todo el plástico. Ya no me quedó mas que recoger las ruinas del cable, ventilar y asegurarme de que el contacto de donde salía no le hubiera pasado nada. De hecho revisé todas las conexiones de la casa y aparentemente a ninguna le pasó nada, e intenté reanudar la corriente pero parece que algo se fundió.Estuve un buen rato a oscuras, pues no quise ni acercarme a la caja de fusible, nomas la veía de lejos con la lamparita. Eventualmente superé el susto eléctrico, aunque tal vez se debió más a que ya empezaba a ponerme paranoico por la oscuridad, ya veía sombras y escuchaba ruidos extraños y... y pues indagué por teléfono con mi padre sobre como revisar y cambiar el fusible; dicho y hecho, y ala, se hizo la luz.Y así concluyó mi navidad, y mi aventura, con la restitución de la luz y con sustos renovados hacia la electricidad. Ya le tenía yo un miedo historicamente justificado, pero pos cada día se pone peor la cosa. Ésta vez no solo era el miedo a electrocutarme, que pues es lo inmediatamente achacable a un accidente así, sino que además, me dió panico por las chispas y por el humo y porque mi cuarto está tan lleno de papeles, solventes, químicos fotográficos, pintura, madera... tanta cosa que hubiera hecho de mi cuarto una cosa muy proclive a arder.Lo que cuenta es que sobreviví a la navidad. Y ni quemé la casa ni me morí. Hubiera sido un inconveniente día para los funerales. :PP.D. La moraleja de la historia: NO compren extensiones chafas de esas que ni tornillos traen en la caja, se desarman. Les puede pasar lo que a mí.P.D(2) Sí otra vez me quedé solito en navidad. :)
sábado, diciembre 26, 2009
Electrificante navidad
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Terrible experiencia con esa conexión!
Por que sólo?
Estas en la ciudad más grande del mundo.
Algo tendrías que encontrar...
q meyo T.T
deberias tener cuidado con la electricidad, yo le tengo panico
pero menos mal q no paso nada n_n
felices fiestas n.n
A eso se le llama corto circuito
Chavo, ya te extrañaba mucho!!
JAJAJA Bueno, que mala experiencia. !pero se te nota la ignorancia!
bien podrías haber separado los metalitos con tus deditos. si agarras con una mano uno se esos metales el circuito se queda abierto y detienes el flujo de corriente. Bueno mira el único problema que puede haber con la electricidad dentro de una casa (que son 120V CA) es que la electricidad pase a travez de tí. Quiero decir que la única estupides que hayas podido hacer hubiera sido agarrar un metal con una mano, y el otro metal con la otra. entonces si, pasa la electricidad por donde tu corazón late y BYE! pero... nunca has visto a los electricistas como prueban la intensidad de corriente? pues se hechan un poco de baba en los dedos índice y pulgar de la misma mano, y tocan ambas terminales (ojo, esto funciona solo dentro de las casas donde el voltaje es de 120V CA, en la calle el voltaje es más alto y es más peligroso hacer esto).
Bueno... esta muy bien dicho cuando afirman que "el hombre teme a todo lo que desconoce" pero tambien cuando dicen que "a lo único que hay que temerle es al miedo mismo".
No dejes de escribir, que me diviertes mucho.
Un abrazo.
Publicar un comentario